En apenas unos meses, las mascarillas han pasado de ser un elemento de uso casi restringido a entornos sanitarios a convertirse en las mejores aliadas para combatir el Coronavirus en todo el planeta. Numerosos países han adaptado sus normativas para promover e incentivar su uso, y en el caso de España es obligatorio utilizar las mascarillas quirúrgicas desde el pasado 21 mayo. Aunque, eso sí, esta ley tiene un par de matices: el primero, afecta solo a los mayores de 6 años; y el segundo, debe cumplirse únicamente si no es posible garantizar una distancia mínima de 2 metros respecto a las personas con las que no se convive.
En donde sí ha sido menos precisa la norma ha sido en el tipo de mascarilla a utilizar. Y a consecuencia de ello, en estos meses han proliferado los modelos y diseños. Aunque, tal y como destaca la guía publicada por el Ministerio de Consumo, es posible clasificarlas en tres grupos básicos en función de su grado de protección: higiénicas, quirúrgicas y de tipo EPI. Y luego, a partir de ahí, se pueden encontrar más subtipos según su material, su durabilidad, su respirabilidad, etc.
En cualquier caso, la regla de oro a la hora de hacerse con alguna(s) de esta(s) es consultar su etiquetado para confirmar que el modelo concreto ha sido testado y que cumple con los estándares de calidad que aseguran una correcta capacidad de filtración bacteriana, ya que esta debe ser superior al 90 %.
Por ejemplo, en el caso de las higiénicas deben cumplir con las especificaciones nacionales UNE0064 y UNE0065, las quirúrgicas con la UNE EN 14683 y las EPI con la UNE EN 149. Y sin olvidar tampoco la presencia de un sello de certificado: CE (de Europa), NIOSH (de Estados Unidos) o KN95 (de China).
La importancia de las mascarillas FFP2 homologadas
La comunidad científica ha trabajado contrarreloj estos meses para investigar y conocer a fondo al Coronavirus. Gracias a ello, cada vez hay más estudios para saber cuáles son las mejores medidas para frenar su expansión. Y en este inicio de año, uno de los grandes debates que está tanto en la mesa de los responsables políticos como en la calle es la idoneidad de la utilización de las mascarillas de tipo FFP2 para la vida diaria.
Países cercanos como Francia, Austria o Alemania ya piden a sus ciudadanos que utilicen estos modelos o los de tipo quirúrgico en los espacios públicos. Por eso, hay que aclarar que en estos territorios las FFP2 no son estrictamente obligatorias, pues su alternativa son las mascarillas quirúrgicas. Pero lo que está claro es que ya hay una clara corriente que busca limitar la utilización de los modelos menos eficaces, como los que están confeccionados a partir de tela.
Y en lo que respecta a España, no hay ninguna instrucción definida y los ciudadanos todavía pueden elegir libremente las mascarillas que se ponen. Pero los datos son claros y ya revelan que la compra de los modelos FFP2 ha crecido en España un 58 % en los últimos días.
Las dudas más frecuentes
Ante este crecimiento, en Henry Schein Schmidt queremos responder a algunas de las preguntas más habituales que se hacen las personas sobre estos mecanismos de protección y sobre su verdadera utilidad:
- ¿Qué significan las siglas FFP2?: ‘Filtering Face Pieces’, mientras que el número (2) alude al modelo en función de su capacidad de filtrado.
- ¿Son buenas las mascarillas FFP2?: Cumpliendo con la premisa ya mencionada de que deben venir acompañadas de una correcta homologación, las FFP2 aseguran a su portador una filtración bacteriana de al menos el 92%. Por lo tanto, están por encima del mínimo del 90% que recomienda la comunidad científica para garantizar la seguridad de quien las lleva.
- ¿Son EPI las FFP2?: Sí, inicialmente estas mascarillas han sido aconsejadas para su utilización por personas que trabajan de cara al público o son especialmente vulnerables a la infección. Se diferencian de las quirúrgicas en que filtran principalmente el aire inhalado, no solo el exhalado, por lo que protegen específicamente a quien las lleva puestas.
- ¿Qué diferencia hay entre las mascarillas FFP2 y las FFP3?: Fundamentalmente, lo que distingue a unas de otras es su poder de filtración. Como ya hemos dicho, en las FFP2 hablamos de una eficacia del 92% en concentraciones ambientales de hasta 12 VLA o lo que es lo mismo, valor límite ambiental de exposición diaria (media eficacia); y en las FFP3 de una capacidad de filtración del 98% en entornos de concentraciones ambientales de hasta 50 VLA (alta eficacia).
- ¿Son reutilizables las mascarillas FFP2?: Depende del modelo y del fabricante. Normalmente, el etiquetado del producto incluye una ‘R’ (reutilizable) o un ‘NR’ (no reutilizable).
- ¿Hay mascarillas FFP2 lavables?: Inicialmente estas estaban pensadas para no serlo, pero el avance del Coronavirus ha incentivado la creación de modelos lavables de mascarillas FFP2. De esta forma, como hemos dicho, esto irá en función del modelo y del fabricante. Si el mismo así lo indica en el etiquetado, podrán lavarse un número limitado de veces. Pero teniendo siempre en cuenta que, a mayor número de lavados, menos eficacia en su capacidad de filtración.
- ¿Cuál es la duración de las mascarillas FFP2?: Sean o no reutilizables-lavables, se calcula que su eficacia no excede de las 4-8 horas, dependiendo de su uso y sellado, así como del entorno. Por ello, se recomienda controlar su estado y desechar la mascarilla FFP2 o lavarla – si lo permite – cuando se exceda este tiempo de empleo, se vea sucia o húmeda.
- ¿Son adecuadas las mascarillas FFP2 para los niños?: Sí, pero el problema es que hoy por hoy, no hay modelos seguros para los más pequeños. En principio su diseño estaba previsto para su uso exclusivo de adultos, pero la pandemia ha propiciado que algunas marcas vendan un modelo de una talla menor para hacerlas también accesibles a los niños. Sin embargo, todavía no hay estudios que demuestren la eficacia de estas mascarillas en concreto.
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